Yo lo conocía de la escuela. De verlo nomás. Estaba en tercero cuando yo estaba en primero. Ni me registraba, por supuesto. Y yo a él sólo por el nombre, sin más datos. Después entró a mi mente como el primo de Hernán, que sí iba a mi curso. Y a través de Hernán entró a mi vida también. En el boliche se acercó para hablar. No me acuerdo cómo fueron los diálogos ni los besos. Sólo me acuerdo de la alfombra de la casa de su abuela, sus lastimaduras en los empeines y del auto gris.
"Mirá, tengo novia, dejame pasar unos días hasta que corte con ella..."
"Mpfmjmjiji!! Ta bien, después hablamos"
Obviamente, nunca pensé en que corte con su novia y que estemos juntos.
Después supe que Hernán le pasó el dato de que a lo mejor pudiera pasar lo que sucedió.
Esto fue en el verano, no me acuerdo la fecha.
Para abril estábamos en nuestros hogares de estudio, que muy casualmente (sin ironías) estaban a ¡¡¡¡3!!!! cuadras.
Terminamos siendo un cuasi matrimonio clandestino. Al punto de extrañarlo con locura cuando no estaba con él. Me enseñó muchas cosas, le enseñé otras. Creo que terminé un poquito enamorada, aunque su ausencia posterior (después de varios meses) no me causó mucho dolor, como se esperaría de un enamoramiento de verdad.
31 de mayo de 2007
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2 comentarios:
www.huggylandia.blogpost.com
esos amores que surgen en el colegio son fantasticos! No tienen desperdicio algo, siempre te terminan inspirando para escribir un post!
Yo termine tres años de novia c un chico q nos llevabamos a las piñas en el colegio.
Bien dicho esta: Del odio al amor hay un solo paso.
Me encantan tus historias... Leía el blog anterior hasta q lo abandonaste
Besos! :-)
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